Tener un buen día siempre. La motivación diaria para ser constante se puede lograr siempre que quieras
HÁBITOS
Christian Esteso
Radicalismo: "Toda idea llevada al extremo deja de ser razonable y comienza a ser peligrosa"
Si hay algo que evita que nuestros días puedan mejorar aunque sea un 1%, eso es el radicalismo. Yo mismo he sido toda mi vida esclavo de este y a partir del error que había cometido ese día, todo iba a peor, ya no había nada que podía hacer de ese día algo mejor. Todo, absolutamente todo lo que se convierta en una idea extremista, va a acabar peor de lo que empezó. Tienes que pararte a reflexionar y comprender que: "ni todo es blanco, ni todo es negro, por algo existe el gris".
¿Cómo puedes adoptar una mentalidad anti-radical?
Es muy complicado dejar de ser un radical. Siendo sincero, probablemente sea lo que más me ha costado mejorar de mí mismo, pero no ha sido imposible. Este mal hábito no cambia de igual forma que dejas de ser sedentario y te apuntas a un gimnasio o dejas de ver las redes sociales y comienzas a leer. No, para cambiar el radicalismo y aprender a ser constante, la mentalidad es vital.
"Solo mediante el equilibrio y la moderación seré una persona feliz", "La virtud se encuentra en el término medio". Integra estas frases en tu interior y comenzarás a tener un buen día siempre.
Si de perseverancia se trata, el filósofo Aristóteles transformó mi visión del mundo. Sin estas frases, probablemente este artículo no estaría escrito, porque todo lo que estás leyendo se resume en esto. Imagínate una recta, esta tiene un punto donde empieza y otro donde acaba. Esos dos puntos son los extremos radicales. Pero entre esos dos puntos están el equilibrio y la moderación, es decir, el término medio, el lugar donde se encuentra la virtud. Si estudias a fondo estas frases, jamás encontrarás un solo error, son prácticamente perfectas, y la cura para ese radicalismo es interiorizarlas.
"Nada del ayer tiene fuerza en el hoy, excepto lo que tú sigues alimentando"
Tu mente puede ser tu peor enemigo, pero también tu mejor aliado, y yo quiero que sea la segunda opción. La mente es tu arma más poderosa, úsala a tu favor. En mi caso, siempre he sufrido de la misma manera: hago algo mal, mi mente comienza a castigarme con pensamientos horribles, el día continúa como la bolsa de EE.UU tras el crac del 29 y al día siguiente sigo mal porque no he olvidado lo que hice el día anterior.
Todos cometemos errores, es lo más normal del mundo, pero la sociedad ha evolucionado hasta tal punto que no puedes hacer nada mal. La palabra "fracaso" ha sufrido tal tergiversación que si hoy en día alguien ha "fracasado", no es nadie en la vida. Tienes que entender que todo el mundo fracasa, y es una suerte hacerlo, porque te educa y te enseña lo que no debes volver a hacer. Es un aprendizaje, ganas experiencia y valor como persona. También debes entender que todo el mundo puede ser perdonado y lo que eres hoy no dicta lo que serás mañana. Recuerda: "Mejor que ayer, peor que mañana".
A día de hoy, ese proceso ha cambiado a mejor, al igual que cambiará el tuyo estableciendo la mentalidad adecuada:
Hago algo mal porque soy humano.
Entiendo que todo el mundo puede fallar y gracias al apalancamiento emocional hago mejoras para no volver a cometer ese error.
Continúo mi día con normalidad o, al menos, haciendo tareas más sencillas y que no saturen mi mente. De esta manera, sigo siendo productivo y no pierdo mi eficiencia.
Al día siguiente me levanto como si fuese mi primer día de vida, sin acordarme de lo malo, únicamente de lo bueno.
¿No te ha pasado que cometes un error un día cualquiera y ese día ya no mejora? Ya no eres capaz de hacer algo que aporte valor a ese día, tienes la sensación de que no haces nada bien y te sientes hecho polvo.
Mira, no eres el único al que le ocurre esto, a mí también me ha ocurrido y, según un estudio, el 68% de las personas, excepto psicópatas y sociópatas, han tenido el mismo sentimiento que tú. Un sentimiento de culpa, de haber fallado, de ser un don nadie que, afortunadamente, con paciencia y haciendo pequeños cambios, se puede mejorar y comenzarás a recuperar esa motivación personal para tener un buen día siempre que quieras.
Resumiendo, ser constante y tener un buen día siempre es más que posible. Evidentemente, depende de la gravedad del asunto y de si lo que ha ocurrido depende de ti o ha sido algo externo.
Ponte a contar: la cantidad de días que has perdido por esa mentalidad radical y haberte centrado tanto en tus errores del pasado. Habrán sido 100, 200, 1 año o quizá más. Imagínate qué podrías haber hecho en ese tiempo: comenzar un nuevo proyecto, ir al gimnasio, leerte 10 libros... Y, ¿de verdad vas a seguir permitiendo que te ocurra esto?
Yo dejé de permitirlo, te toca a ti. Dejar ese radicalismo no es fácil, pero ya tienes lo que debes de hacer, ya has subido el primer escalón, y eso ya te añade valor. Ahora que ya tienes la escalera puesta, solo te queda comenzar a subirla.
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